La pareja sentimental de Victoria Esperanza Salazar, la mujer salvadoreña asesinada por cuatro policías el pasado sábado en la ciudad de Tulum (estado de Quintana Roo), fue detenido por presuntos abusos contra ella y una de sus hijas.
«Se pudo detener a la pareja de Victoria (…) pues generaba abusos sobre ella y sobre alguna de las hijas de la señora», confirmó el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, en un video difundido en sus redes sociales.
Por su parte, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que ya el día previo había anunciado que «había más agresores y víctimas en esta historia», lamentó que las autoridades mexicanas no actuaran «hasta ahora» para proteger a la fallecida, de 36 años, y las dos menores, de 16 y 15 años.
«Victoria lo denunció hace semanas y llevó a su hija a un albergue para protegerla del agresor», explicó en un mensaje en sus redes sociales.
Como les dije ayer, a pesar de que algunas autoridades salieron a negarlo, habían más agresores y víctimas en esta historia.
La Fiscalía de Quintana Roo acaba de arrestar a la pareja sentimental de Victoria, de nacionalidad mexicana, quien abusó sexualmente de una de sus hijas. https://t.co/ReG20jMdL3
— Nayib Bukele 🇸🇻 (@nayibbukele) March 31, 2021
Además, el mandatario salvadoreño reveló que la hija mayor de Salazar todavía «no ha sido localizada». «La principal hipótesis es que huyo del agresor de su hermana (quien probablemente también habría abusado de ella)», dijo.
Bukele prometió que el Gobierno salvadoreño dará seguimiento a este caso hasta que se haga justicia y no descarta que haya más agresores en este caso. «Cuando podamos revelarlo, lo haremos», afirmó.
Un crimen que ha conmocionado a México
El asesinato de Salazar ha conmocionado a México y provocado la indignación de la ciudadanía, debido a los abusos y la violencia institucional con la que suelen actuar las fuerzas de seguridad en el país.
Los videos tomados por testigos muestran cómo cuatro policías la rodean, la tiran boca abajo al lado de una patrulla y la esposan, mientras Salazar grita, pide ayuda y levanta la cabeza para poder respirar.
Sin embargo, una agente se lo impide al poner su rodilla en el cuello de la víctima. Finalmente, el cuerpo queda inmóvil sobre el asfalto. Al darse cuenta de que el cuerpo de la víctima estaba inerte, los efectivos lo levantaron y lo metieron a la parte trasera de otro vehículo policial.
La Fiscalía General de Quintana Roo determinó que la mujer murió por una fractura en la parte superior de la columna vertebral, producida por la ruptura de la primera y segunda vértebra, como consecuencia de las «maniobras de sometimiento que se le aplicaron a la víctima durante el proceso de su detención y antes de fallecer».
Los cuatro agentes involucrados en la muerte de Salazar, quien llevaba cinco años viviendo en México y tenía una visa humanitaria, fueron detenidos y el Ministerio Público ya investiga el hecho como feminicidio.
Tanto el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como el de El Salvador, Nayib Bukele, se han pronunciado para repudiar la actuación policial y exigir justicia para las víctimas.
En paralelo, organizaciones feministas y de derechos humanos de ambos países se han movilizado para denunciar la violencia sistemática que las fuerzas de seguridad ejercen contra las mujeres, mientras que la Cancillería salvadoreña ha ofrecido ayuda a los familiares de Salazar para las gestiones de repatriación del cuerpo y la manutención para sus dos hijas, que quedaron huérfanas en México.
