Iba a ser el muro más “grande y hermoso” de todos. El que evitaría que los inmigrantes “criminales, violadores y narcotraficantes” llegaran a Estados Unidos y el que sería pagado por México. A pocos días de que Donald Trump abandone la Casa Blanca, su principal promesa apenas la cumplió. Ni ha sido el muro más grande de todos ni mucho menos fue pagado por México.
Pero esta construcción parcial del muro ha sido suficiente para que el presidente saliente de Estados Unidos se ufane de ello y, en medio de la polémica que está resultando ser su abandono del cargo, decidiera visitar este martes la frontera en Álamo, al sur de Texas, para mostrar lo construido en estos cuatro años.
Sin embargo, casi toda la obra durante el gobierno de Trump ha significado reemplazar los 1.052 kilómetros de barreras antiguas y más bajas, hechas en administraciones anteriores, con postes de acero de 9,1 metros de alto con relleno de concreto.
Adicionalmente, se han construido 729 kilómetros de muro, que incluyen 128 kilómetros (unas 80 millas) de barreras en zonas donde antes no había estructuras, es decir, de nuevo muro. Con lo cual, la mayor parte del trabajo ha sido reforzar vallas, hacerlas más altas o renovarlas.
En agosto pasado, en medio de la campaña electoral, Trump viajó a la ciudad de Yuma, en la cuádruple frontera entre Arizona, California, Baja California y Sonora, para celebrar la construcción de 321 kilómetros de muro con México, entre nuevas barreras y reemplazo de las existentes. El muro en esta zona se extiende por el desierto de Sonora, uno de los lugares menos transitados y más peligrosos de la frontera. Para ello, fue necesario eliminar restricciones medioambientales y dinamitar lugares sagrados de una reserva india.
¿Quién pagó por el muro?
Trump dijo reiteradamente durante la campaña que México pagaría el muro, pero eso no ha sucedido. La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, se negó al inicio del mandato de Trump otorgarle el financiamiento para el muro, pero luego el Congreso le otorgó 5.000 millones del presupuesto federal que fueron asignados directamente para la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
El presidente ha utilizado otros 10 mil millones de dólares del Departamento de Defensa y del Tesoro desviando presupuesto de otros programas. Según datos de la CBP de setiembre pasado, el gobierno ha usado para el muro US$6.300 millones de fondos antinarcóticos, US$3.600 millones de construcción militar y unos US$600 millones del Fondo de Confiscación del Departamento del Tesoro.
“Hasta ahora, es dinero de todos los contribuyentes estadounidenses”, dijo a CNN Tony Payan, director del Centro para Estados Unidos y México del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice.
¿Quién ha construido el muro?
La asignación del proyecto para construir el muro fronterizo en Arizona fue para la compañia Fisher Sand and Gravel, la cual cuenta con algunas conexiones con el presidente de Estados Unidos Donald Trump.
La empresa Fisher Industries, cuyo director, Tommy Fisher, ha defendido enérgicamente el muro fronterizo, construyó de manera privada unos 4,8 kilómetros de barreras gracias a donaciones recaudadas a través del grupo We Build the Wall (Construimos el muro)
En el 2019, Fisher levantó 800 metros de cerca fronteriza con postes de acero en terrenos privados donados en Nuevo México, cerca de El Paso, Texas.
Según un informe de AP, Fisher Industries, con sede en Dakota del Norte, ha recibido una financiación de alrededor de 2.000 millones de dólares por contratos relacionados con el muro. Un análisis difundido en junio por el Project on Government Oversight (Proyecto para la Supervisión Gubernamental) encontró que Fisher y Barnard Construction Co., con sede en Montana, habían obtenido la vasta mayoría de los contratos del muro. Y no solo eso. El pasado 3 de agosto, Fisher Industries se adjudicó un contrato por 290 millones de dólares para construir 27,4 kilómetros de barreras en el sector de la Patrulla Fronteriza en Laredo, Texas.
Según el diario The Washington Post esta empresa ha sido promovida por el mandatario republicano en la Casa Blanca. Ahora, será ésta quien se encargue de levantar 67 kilómetros de muro en la frontera entre Estados Unidos y México, por un contrato de 1.28 mil millones de dólares.
En este sentido, el Arizona Daily Star dio a conocer que en otros proyectos del muro fronterizo cada kilómetro tiene un precio estimado de 13 millones de dólares, mientras que en el tramo que se le asignó a la empresa Sand and Gravel sería de aproximadamente 7 millones por encima de esta cantidad.
Ante esta situación un vocero del gobierno indicó que esta asignación comprende siete tramos que comienzan en Nogales y concluyen en la Reserva Natural Buenos Aires, en los que se deben sortear dificultades geográficas en la construcción razón por la cual el costo es mayor.
Debido a esto algunos legisladores demócratas hicieron cuestionamientos sobre la relación entre Trump y Tommy Fisher, dueño de Fisher Sand and Gravel, por lo que el Departamento de Auditoría General revisa otro contrato por 400 millones de dólares para la construcción de otro tramo del muro fronterizo.
Cabe mencionar que, según Arizona Daily Star, Tommy Fisher pagó 145 mil dólares a cabilderos para tener comunicación directa con actores políticos de Estados Unidos; además, desde hace algunos meses ha manifestado públicamente su aprobación a las medidas del gobierno de Trump.