El 30 de enero se cumple un año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la alerta sanitaria mundial por el coronavirus. Y un mes después, se declaró el coronavirus como pandemia. El pais originario seria China. Tambien de ahi vendria el registro de la primera muerte.
«Declaro la emergencia pública a nivel internacional por un brote global del nuevo coronavirus», así lo indicaba en ese entoces el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El director general de la OMS instaba a los diferentes países del mundo a actuar de inmediato para evitar el aumento de la pandemia del coronavirus. Se hacía un mes después de detectar los primeros casos de coronavirus en China.
En ese momento, el mundo registraba 7.800 casos frente a los 102 de millones de casos que hay actualmente. La gran mayoría procedían de Wuhan, epicentro de la pandemia. Era la sexta vez que la organización declaraba esta alerta en el mundo.
El coronavirus cobró su primera víctima mortal y oficial en Beijing el 27 de enero del año pasado. Las autoridades chinas confirmaron que un hombre de 50 años habria fallecido a causa de la enfermedad en la capital china, que en ese momento habia contabilizado 106 fallecidos, y más de 4.500 contagios en todo el país, 976 de ellos en serias condiciones. Comenzaba la pesadilla del mundo actual, la pesadilla del covid, que causaria millones de muertes en el mundo entero.
Según indicaba la Comisión de Salud local, la víctima había visitado la ciudad de Wuhan, origen del brote del virus, a principios de enero y regresó a Beijing el 15 de enero, tras lo cual comenzó a sentir fiebre y presentar los síntomas de la enfermedad.
El presidente chino, Xi Jinping, aseguró en ese momento que su país estaba librando un «importante batalla» para contener el virus. «El virus es un demonio y no podemos dejar que se oculte», decia el mandatario, según la televisión estatal en esos momentos.
El primer ciudadano en contagiarse fuera de China
Un hombre de nacionalidad china fue el primer ciudadano en fallecer en las Filipinas como consecuencia de la neumonía causada por el coronavirus de Wuhan, la primera muerte por este patógeno que se produce fuera de las fronteras de China y confirmado por las autoridades filipinas.
El fallecido era un hombre de 44 años que habia ingresado en el Hospital San Lázaro de Manila el 25 de enero, según un comunicado divulgado por el Departamento de Salud filipino.
«En el transcurso de la admisión del paciente, desarrolló una neumonía grave. En sus últimos días, el paciente se mantuvo estable y mostró signos de mejoría. Sin embargo, la condición del paciente se deterioró en las últimas 24 horas y falleció», explicó en un comunicado el secretario de Salud, Francisco Duque.
El Departamento de Salud está en contacto con la Embajada china para incinerar los restos del hombre y llevarlos a su lugar de origen.»
Aunque la muerte del hombre se produjo en las Filipinas, las autoridades de salud de ese país matizaron que el contagio no era local, sino que el hombre habia adquirido el coronavirus en China.
Mientras la amenaza global por el coronavirus se «mantenia alta», la expansión de la enfermedad continuaba, con más de 45 casos confirmados, casi todos involucrando a turistas chinos que habian visitado Wuhan.
El mundo hace un año
Además, en Canadá, se confirmaba un segundo caso de coronavirus. Se trataba de la esposa del primer paciente confirmado, una mujer de unos 50 años que se autoaisló y que en ese momento, no presentaba síntomas. Otras 19 personas estabán bajo la sospecha de padecer la enfermedad.
Mientras, fuera de China, habian ocho casos confirmados de coronavirus en Tailandia; cinco en Taiwán, Estados Unidos y Australia; cuatro en Singapur, Malasia y Corea del Sur; tres en Francia y Japón; dos en Vietnam y Canadá; y uno en Nepal, Sri Lanka y Camboya.
Las autoridades de Francia, España, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Rusia, Países Bajos, Estados Unidos, Canadá, Japón, Myanmar y Marruecos iban a evacuar personal diplomático y/o ciudadanos que se encontraran en las zonas de China afectadas por la enfermedad.
El 31 de enero llegaria a España la enfermedad por primera vez. A causa de un turista alemán en la isla de La Gomera. Doce meses después España sigue sumida en la pandemia.
El primer contagio en España ocurrio lejos del continente mismo. Un alemán de vacaciones en la isla canaria de La Gomera. Se había contagiado en Munich, en una reunión de trabajo en la que participaba una ciudadana procedente de China y que vino infectada.
En esta sociedad moderna y multiconectada el virus llegaba en horas a otro continente. Un día antes un grupo de españoles llegaban procedentes de Wuhan a cumplir cuarentena en el Hospital Gómez Ulla de Madrid, entre ellos, varios entrenadores de fútbol.
Nos parecían exageradas las medidas de seguridad para ellos, las mascarillas o el aislamiento, pero se nos echaba encima una pandemia que en un mes nos dejaba 2000 contagios al día y que comprometía al sistema sanitario y económico del país. Aun no se sabian de las tremendas consecuencias que traeria esto al mundo, aunque ya surgia el panico.
Un año de pandemia y hemos vuelto a la casilla de salida. Sabemos mucho más del virus pero la tercera ola nos está barriendo.
El Gobierno español decretaba en marzo el estado de alarma en todo el país:
«Tardaremos semanas, va a ser duro y difícil, pero vamos a parar el virus», decía Pedro Sánchez en su comparecencia en la que anunció que el Gobierno decretaba el estado de alarma en todo el país.
Además, el presidente del Gobierno elogiaba a los profesionales sanitarios y insistía en la «responsabilidad» de cada ciudadano. «La victoria depende de cada uno de nosotros, el heroísmo consiste en lavarse las manos, en quedarse en casa y en protegerse a uno mismo para proteger al conjunto de la ciudadanía».
El contagio en Italia
Antes de que, el 31 de diciembre de 2019, el coronavirus fuera detectado por primera vez en Wuhan (China) – como informa la Organización Mundial de la Salud en su página de Internet-, médicos italianos se percataron de una «neumonía extraña» en la región de Lombardía en noviembre del año pasado.
Una ‘neumonía extraña’ circulaba en el norte de Italia ya en noviembre, semanas antes de que los médicos se enteraran del nuevo brote de coronavirus en China, dijo uno de los principales expertos médicos del país europeo, de acuerdo con el South China Morning Post, el principal periódico en inglés de Hong Kong.
«Ellos [los médicos generales] recuerdan haber visto una neumonía muy extraña, muy grave, especialmente en personas mayores en diciembre e incluso en noviembre», dijo Giuseppe Remuzzi, director del Instituto Mario Negri de Investigación Farmacológica en Milán, en una entrevista con la Radio Nacional Pública de Estados Unidos citada por South China Morning Post.
«Esto significa que el virus estaba circulando, al menos en [la región norte de] Lombardía y antes de que supiéramos que este brote ocurría en China», agregó.
De acuerdo con el diario de Hong Kong, Zhong Nanshan, experto chino en enfermedades respiratorias, dijo anteriormente que aunque China fue el primer país en reportar el virus, aún no estaba seguro de dónde provenía.
Remuzzi, por otra parte, comentó que esta situación significa que la enfermedad había existido y se había extendido sin el conocimiento de la gente.
La nota publicada este domingo por South China Morning Post agrega que, hasta ahora, la comunidad científica considera que la primera infección en Lombardía fue el resultado de un contacto italiano con un chino a fines de enero.
Sin embargo -apunta el diario-, si se puede demostrar que el nuevo coronavirus, conocido oficialmente como SARS-CoV-2, estuvo en circulación en Italia en noviembre, entonces esa teoría se pondría de cabeza.
A pesar de informar sus primeras infecciones por coronavirus transmitidas localmente – en Lombardía, el 21 de febrero -, Italia habría importado casos antes de eso.
El caso del doctor chino Li Wenliang
La muerte del médico chino provocó un nivel de indignación pública y dolor sin precedentes en China.
Li Wenliang murió después de contraer el virus mientras trataba a pacientes en Wuhan, el lugar fijado como origen de la pandemia.
En diciembre de 2019, intentó alertar a sus colegas médicos advirtiendo sobre un virus que creía que se parecía al SARS, otro coronavirus mortal. Li publicó en la red social Weibo un documento médico en el que detallaba el diagnóstico de coronavirus para un paciente.
Li no sabía en aquel entonces era que lo que acababa de identificar era un coronavirus completamente nuevo.
Pero la policía le dijo que «dejara de hacer comentarios falsos» y fue investigado por «propagar rumores».
En diciembre de 2019, Li estaba trabajando en el epicentro del brote cuando detectó siete casos de un virus que se asemejaba al SARS, el que provocó una epidemia global en 2003.
Se sospechaba que los casos provenían del mercado de pescados y mariscos Huanan, en Wuhan, y los pacientes fueron puestos en cuarentena en su hospital.
El 30 de diciembre de 2019, Li le envió un mensaje a sus colegas en un chat, en el que les advirtió del brote y les recomendó usar ropa protectora para evitar contagiarse.
En el texto que publicó en Weibo, el médico describió cómo el 10 de enero empezó a toser, que al día siguiente tuvo fiebre, y dos días más tarde estaba en el hospital.
Sus padres también se enfermaron y fueron trasladados al hospital.
Fue 10 días más tarde, el 20 de enero de 2020, cuando China declaró la emergencia a raíz del brote.
Li contó que le hicieron pruebas varias veces para ver si se trataba de coronavirus, y que todas dieron negativo.
El 30 de enero volvió a hablar del tema en las redes sociales.
«Hoy me dieron el resultado de las pruebas de ácido nucleico y es positivo. Finalmente he sido diagnosticado», publicó entonces.
Hubo mucha confusión sobre cuándo exactamente falleció Li.
Tras una jornada de caos y desmentidos, las autoridades sanitarias chinas finalmente confirmaron que el joven médico falleció en la madrugada del 6 al 7 de febrero de 2020.
En una primera instancia, el joven médico fue declarado muerto el día 6 por reconocidos medios del país, que están controlados por el Estado y suelen ser altavoz de la línea oficial.
No obstante, poco después, el hospital Central de Wuhan desmintió que hubiera muerto: afirmó que estaba en situación crítica, pero que se estaba haciendo «todo lo posible para reanimarlo».
La muerte del médico Li Wenliang fue un momento de desolación para ese país. Para el liderazgo de China, fue y es un desastre político épico.
Si la respuesta para una emergencia de salud peligrosa es la política de perseguir al médico que intenta denunciar el caso, entonces su estructura está obviamente destrozada.
«Ahora, los censores van a intentar encontrar una manera de convencer a 1.400 millones de personas de que la muerte del médico Li Wenliang no fue un ejemplo claro de la limitación de la capacidad del partido chino para manejar una emergencia, cuando la apertura puede salvar vidas y restringirla puede matar.»
No es un ejemplo a seguir, ya vemos como han terminado sucumbiendo a la pandemia tantos paises que no quisieron escuchar en su momento adecuado. Esperemos que el mundo haya aprendido y sepa como reaccionar, cuando se acerque una desgracia similar.