Así, se aceptarán 195.000 inmigrantes para el año hasta el 30 de junio. Conseguirían la residencia permanente.
La ministra del Interior, Claire O’Neil, dice que las enfermeras australianas han estado trabajando turnos dobles y triples durante los últimos dos años, que los vuelos se están cancelando debido a la falta de personal de tierra y que la fruta se está pudriendo en los árboles porque no hay suficiente gente para recogerlo.
O’Neil dice que el gobierno ha puesto los empleos australianos en primer lugar, pero que la pandemia del coronavirus ha resultado ser tan grave que al gobierno le faltarán varios miles de trabajadores a corto plazo, aunque están “considerando todas las demás posibilidades”.
Ella continúa diciendo que muchas de las “mentes mejores y más brillantes” eligen emigrar a Canadá, Alemania y el Reino Unido antes que a Australia.
Según ella, parte de la explicación es el sistema de inmigración “diabólicamente complejo” de Australia, que consta de más de 70 programas de visa diferentes. Por lo tanto, se debe establecer un panel para considerar una reforma del sistema.
Las restricciones de entrada de Australia estuvieron entre las más estrictas del mundo en los primeros dos años de la pandemia. Durante 20 meses, casi nadie entró al pais.
Australia es conocido, y en ocasiones muy criticado, por su estricta política de inmigración.