Una cápsula que contenía una sustancia radiactiva que desapareció en el oeste de Australia puede haber desaparecido para siempre, afirmaron las autoridades australianas, citadas por el periódico británico The Guardian.
El superintendente de DFES, David Gill, afirmó que los equipos de emergencia estaban llevando a cabo una búsqueda «concertada» y «coordonnée» de la cápsula.
Darryl Ray, otro superintendente de DFES que se encarga de los incidentes, explicó que las autoridades utilizan medidores de radiación portátiles que miden la radiación a una distancia de 20 metros a bordo de vehículos en movimiento, señaló Ray. Además, intentan usar la información del GPS del vehículo que trasladaba el material para definir con exactitud su trayecto.
Sin embargo, el funcionario comentó que es difícil encontrar el material radioactivo extraviado. «Se extiende por 1.400 kilómetros desde el lugar de la mina hasta Perth, capital de la región», afirmó David Gill. Es posible que no lo hallemos. Esto es posible», admitió el funcionario.
Adicionalmente, las autoridades temen que la pequeña cápsula de roca se haya incrustado en el rin de otro vehículo, que se encuentre a miles de millas de la zona de búsqueda.
Material peligroso
La cápsula extraviada se asemeja a un cilindro plateado, redondo y de solo 6 x 8 mm.
La cápsula que contiene el material radioactivo cesio 137 emite radiación gamma y beta, y tiene un periodo de media duración de 30 años. Según los especialistas, una persona que se encuentre a menos de 1 metro de la cápsula en un lapso de 1 hora podrá recibir 10 rayos X de radiación.
Una exposición cercana podría causar quemaduras, mientras que una exposición prolongada podría causar cáncer a causa de la radiación aguda, no existe riesgo de desarrollar esta enfermedad a causa de la exposición. Se aconseja a los ciudadanos que reporten inmediatamente la cápsula, si es que la encuentran, y que mantengan una distancia mínima de 5 metros de ella.