Los chilenos están profundamente divididos sobre la nueva Constitución propuesta, con los opositores liderando las encuestas de opinión antes de la votación en septiembre.
Más de 15 millones de chilenos tendrán derecho a voto cuando el 4 de septiembre se someta a votación la propuesta de nueva Constitución elaborada por una asamblea constituyente de un total de 154 personas.
Los votantes tienen la opción entre una Constitución basada en los derechos y el estado de bienestar, como prometió el presidente Gabriel Boric, y la actual neoliberal introducida por la junta militar hace 41 años.
La última encuesta de opinión muestra que el 45 por ciento está en contra de la Constitución, mientras que el 36 por ciento está a favor. Pero el lado del sí está aumentando, y el 19 por ciento aún no ha tomado una posición por que votar.
Es principalmente la oposición al derecho al aborto lo que motiva a quienes se oponen en este país tradicionalmente conservador. Si se aprueba la Constitución, Chile será uno de los pocos países del mundo en consagrar el derecho al aborto.
El aborto estuvo completamente prohibido hasta 2017 y hoy solo se permite después de una violación o incesto, y si la vida de la madre está en peligro. Muchos la llaman “simbolica” (frente a la ley) ya que es muy dificil acceder a ella.
Los opositores también se muestran escépticos de que los pueblos indígenas de Chile reciban derechos constitucionales. Creen que socava la unidad nacional.
La derecha votará en contra de la propuesta al encontrarla “radical” y “partisana”, mientras que la izquierda le dará luz verde, aunque en las últimas horas se han descolgados figuras más moderadas que consideran que el texto “no es bueno” y “no representa a todos”, como Manuel Velasco, ministro de Hacienda con Michelle Bachelet.
Los partidarios, por otro lado, están satisfechos con la protección del medio ambiente, los derechos de las mujeres y las garantías de los servicios básicos de salud, educación y acceso al agua y la vivienda para todos que voten por la nueva Constitución.
La Democracia Cristiana, uno de los grandes partidos de la transición, está completamente dividida.
“Estamos divididos porque Chile está dividido”, apuntó en medios locales el diputado Matías Walker.
“El ‘Apruebo’ es el ejercicio más democrático que hemos hecho en Chile”, dijo la exconvencional Beatriz Sánchez, en referencia a que el proceso constituyente arrancó y terminará en las urnas.
La directora de Latinobarómetro, Marta Lagos, dijo por su parte a Efe que estos dos meses “van a ser extremadamente intensos” y que las fuerzas políticas “ejercerán todo el poder que puedan ejercer como nunca antes en los últimos 30 años”.