Las especulaciones sobre el regreso del expresidente brasileño Jair Bolsonaro desde Florida, EE.UU., donde se encuentra desde fines de diciembre, son cada vez más intensas. Esta situación se vio agravada tras los ataques realizados el 8 de enero por parte de partidarios de Bolsonaro a las sedes de los tres poderes del Estado, en reacción a la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones.
Bolsonaro abandonó Brasilia el 30 de diciembre con destino a Orlando, saltándose así la tradición de otorgar la banda presidencial a su sucesor el 1 de enero. Luego fue aislado en su residencia oficial y permaneció en silencio en las redes sociales. El 8 de enero se produjeron los ataques de sus seguidores y al día siguiente Bolsonaro fue ingresado en un hospital de Florida con dolor abdominal.
Se indica que el ultraderechista ingresó a EE.UU. con un visado destinado a jefes de Estado, el cual se encuentra próximo a su vencimiento. Jair y su esposa Michele se han alojado en la casa del exluchador de artes marciales mixtas brasileño José Aldo da Silva.
Michele abandonou Bolsonaro e do nada surgiu em Brasília.
Bem disfarçada pra não ser reconhecida e levar uns esculachais de cidadãos indignados com a quadrilha de milicianos traficantes do Rio de Janeiro. pic.twitter.com/C0Hs2flnlM— Heber (@Heberobruto) January 26, 2023
Michele Bolsonaro regresó sola a Brasilia el jueves pasado por la noche. Al día siguiente, el senador Flávio Bolsonaro comunicó a los medios que su padre había iniciado los procedimientos para obtener un visado de regreso.
Sin embargo, el hijo del presidente brasileño dejó en claro que no se sabe cuándo Bolsonaro podría volver. «No hay previsión [de vuelta], él [Bolsonaro] sabrá. Podría ser mañana, dentro de seis meses o nunca volver.
No sé. Nunca tomaste vacaciones, ¿verdad?», dijo el senador a un periodista. Esto contradice a la información proporcionada por Valdemar Costa Neto, líder del Partido Liberal (PL), con el que Bolsonaro se presentó a las elecciones.
Costa Neto declaró la semana pasada a O Globo que el presidente brasileño podría regresar esta misma semana.
«No tiene miedo»
El expresidente Jair Bolsonaro ha descartado cualquier temor a un posible cerco judicial o a ser encarcelado por alguna gestión durante su gobierno. Bolsonaro actualmente se enfrenta a 16 investigaciones en el Tribunal Superior Electoral (TSE) y a otros cuatro en el Supremo Tribunal Federal (STF). Ahora se le investigará también por su supuesta implicación en los actos del 8 de enero, basándose en un video que publicó dos días después del asalto.
«No teme nada, porque no tiene absolutamente nada que ver con lo que sucedió en Brasil. Si todavía estuviera en la presidencia, podría haberse dicho que el presidente ‘facilitó algo’. Pero el presidente ya no es Bolsonaro», aseguró. Y agregó: «No hay forma de vincularlo a un acto criminal, así que está tranquilo».