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El espia había estado proporcionado información a los Estados Unidos durante décadas y tenía acceso a la oficina privada del presidente Vladimir Putin. La fuente había enviado fotos de documentos de alto nivel del escritorio de Putin, informa CNN.
Agentes estadounidenses sacaron al presunto espía de Rusia en 2017.
La razón era que había preocupación de que el presidente Donald Trump y su administración pudieran perjudicar y revelar al espía como resultado de los tratos descuidados de Trump con documentos de inteligencia sellados en secreto, según el canal.
La CIA contradice esto.
“Las especulaciones equivocadas de que el mal manejo o descuido de estos documento por el presidente- al que tiene acceso todos los días- habria llevado a una supuesta operación de extracción, es inexacto”, dijo a CNN la oficial de prensa de la CIA Brittany Bramell.
La CIA quiso ya retirar la fuente a fines de 2016, pero el informante se negó, por el bien de su familia. Esto provoco en algun momento temores de que el informante se hubiera convertido en un agente doble. Pero unos meses después, la fuente cedió, y se logro retirar escribe el New York Times.
