El 18 de junio, el parlamento islandés( Alltinget), aprobó una nueva ley sobre la autonomía de género. La ley implica, entre otras cosas, que los islandeses ahora pueden registrarse como neutrales en cuanto al género, es decir, ni como hombre ni como mujer.
La nueva ley otorga una serie de nuevos derechos a las personas trans y no binarias, y fue adoptada con un claro si. Tres votaron en blanco, nadie votó en contra, y un total de 45 votaron a favor, según el periódico The Reykjavík Grapevine.
Pero la ley también tiene consecuencias para la tradición del nombre islandés. La práctica habitual en Islandia es que el apellido de los niños se compone del nombre del padre y la madre, seguido de los finales: hijo (-son) o hija (- dottir).
Ahora, esta tradición está cambiando porque la nueva ley abre una tercera oportunidad: la terminación -bur, que en islandés significa niños. Es decir, una persona que no se identifica como hombre o mujer, debe identificarse como hijo o hija de alguien.
Los islandeses han podido hasta ahora elegir los segundos nombres neutrales al género, pero ahora también el primer nombre debe registrarse como ni particularmente masculino ni femenino. Hasta ahora, no ha sido costumbre elegir nombres neutrales en Islandia.