Vivian confía en que Wil y Carlton llevarán su brazalete heredado a la joyería para restablecerlo. Antes de hacer eso, Carlton le cuenta a Wil sobre una información privilegiada que recibió sobre las acciones de una empresa y que pueden ganar miles. No tienen dinero para comprar las acciones, pero los chicos calculan que el valor tasado del brazalete cubrirá fácilmente su costo. Entonces lo llevan a la casa de empeño, lo venden y luego compran las acciones. Esa noche, ven un reportaje en el que la empresa anuncia la quiebra. Uh oh, ahora los dos no solo han perdido dinero por una mala propina, sino que no tienen dinero para volver a comprar el brazalete de Vivian. Los dos luchan por encontrar formas de recaudar los 500 dólares necesarios para volver a comprar el brazalete… y deciden que la mejor opción es aceptar trabajos como strippers masculinos. Cuando aceptan el trabajo, les dicen que serán el entretenimiento principal en una fiesta para una organización socialmente elitista, sin saber que Hillary y Vivian están entre los invitados. Carlton está ganando mucho dinero con su sensual rutina y las chicas le ruegan que se lo quite. Entonces Vivian entra y exige: “¡Póntelo!”. En casa, Wil y Carlton no tienen más remedio que explicarlo todo. Toda la historia enfurece muchísimo a Phil, y les dice a los chicos en términos muy claros que hagan lo que sea necesario para recuperar el brazalete o serán arrestados bajo cargos federales. En la casa de empeño, se encuentran en desacuerdo con un cliente que quiere comprar el brazalete… y Carlton se ve acorralado cuando, después de preguntarle qué tiene que hacer para recuperar el brazalete, el feo y rechoncho propietario hace una sugerencia.
Vivian confía en que Wil y Carlton llevarán su brazalete heredado a la joyería para restablecerlo. Antes de hacer eso, Carlton le cuenta a Wil sobre una información privilegiada que recibió sobre las acciones de una empresa y que pueden ganar miles. No tienen dinero para comprar las acciones, pero los chicos calculan que el valor tasado del brazalete cubrirá fácilmente su costo. Entonces lo llevan a la casa de empeño, lo venden y luego compran las acciones. Esa noche, ven un reportaje en el que la empresa anuncia la quiebra. Uh oh, ahora los dos no solo han perdido dinero por una mala propina, sino que no tienen dinero para volver a comprar el brazalete de Vivian. Los dos luchan por encontrar formas de recaudar los 500 dólares necesarios para volver a comprar el brazalete… y deciden que la mejor opción es aceptar trabajos como strippers masculinos. Cuando aceptan el trabajo, les dicen que serán el entretenimiento principal en una fiesta para una organización socialmente elitista, sin saber que Hillary y Vivian están entre los invitados. Carlton está ganando mucho dinero con su sensual rutina y las chicas le ruegan que se lo quite. Entonces Vivian entra y exige: “¡Póntelo!”. En casa, Wil y Carlton no tienen más remedio que explicarlo todo. Toda la historia enfurece muchísimo a Phil, y les dice a los chicos en términos muy claros que hagan lo que sea necesario para recuperar el brazalete o serán arrestados bajo cargos federales. En la casa de empeño, se encuentran en desacuerdo con un cliente que quiere comprar el brazalete… y Carlton se ve acorralado cuando, después de preguntarle qué tiene que hacer para recuperar el brazalete, el feo y rechoncho propietario hace una sugerencia.
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