El cómputo oficial ofrecido por el Servicio Electoral chileno confirma como presidente electo Gabriel Boric. Con mas de el 50% de los votos escrutados, el político que apuesta por una ruptura con el pasado se impuso frente al ultraderechista José Antonio Kast, partidario de la vuelta al status quo previo a las protestas de 2019, con un amplio margen: 55,86% frente al 44, 14%. Este resultado es el total de 98,77% mesas escrutadas.
Las calles de Santiago y de varias ciudades de Chile se han llenado esta tarde de bocinazos y celebraciones. Las personas se abrazan y lloran en las calles, y familias enteras celebran en las calles, mostrando mucha alegria por el triunfo de Boric.
Recién el próximo 11 de febrero, el actual diputado magallánico cumplirá 36 años, convirtiéndose así en el Jefe de Estado más joven de la historia de Chile.
Con casi un millón de votos sobre Kast, el ex líder estudiantil de izquierda rompe con la estrecha tendencia de la primera vuelta de la elección presidencial chilena.
Boric, un diputado de 35 años y antiguo líder estudiantil que se define como ecologista, feminista y regionalista, ha dicho que busca ampliar el papel del Estado hacia un modelo de bienestar parecido al de Europa.
Será el presidente más izquierdista desde el Gobierno del derrocado Salvador Allende (1973-1990) y el primero que no forma parte de los dos grandes bloques que se repartieron el poder desde el retorno a la democracia en 1990.
«Estoy feliz porque yo llevo en la Plaza Dignidad desde el 18 de octubre (día en que estalló la ola de protestas de 2019) y tenía mucho miedo a la extrema derecha. Estoy feliz porque ganó la democracia», dijo a Efe la universitaria Bárbara Gómez a las puertas del hotel donde está reunido el comando del virtual presidente electo.
La misma alegría mostró de camino a las celebraciones Ignacio Valdés, de 34 años. «Chile le ha dicho que no al fascismo», le aseguró a la agencia Efe.
Los expertos apuntaban que la diferencia entre ambos iba a ser muy estrecha e iba a depender de la participación, que en la primera vuelta del 21 de noviembre apenas alcanzó el 50 % del padrón electoral.
Según datos oficiales, Boric obtuvo un amplio apoyo en la capital, donde se encuentra la mitad de los electores, y en otras regiones con grande núcleos urbanos, como la de Valparaíso, donde sacó casi 20 puntos de ventaja.
También se habría impuesto incluso en la región norteña de Antofagasta, una zona que en primera vuelta ganó Franco Parisi, un polémico economista cuyos electores respaldaron mayoritariamente a Kast de cara al balotaje.
Las urnas cerraron en Chile a las 18.00 horas local tras la celebración del segundo turno de las elecciones que definirán el nombre del nuevo presidente, Gabriel Boric. Partió como favorito, según los últimos sondeos, en la pelea contra Kast, ganador de la primera vuelta. Desde la elección del 21 de noviembre, ambos candidatos moderaron sus discursos en un esfuerzo por ganar el voto del centro, refractario a la polarización que marcó buena parte de la campaña.
El candidato ultraderechista José Antonio Kast reconoce la derrota. El político acaba de felicitar a Gabriel Boric, que con el 50% de los votos escrutados se prefila como ganador con un amplio margen. «Lo he felicitado por su gran triunfo. Desde hoy es el presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva», ha comentado Kast a través de Twitter:
«Acabo de hablar con Gabriel Boric y lo he felicitado por su gran triunfo. Desde hoy es el Presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva. Chile siempre está primero.»
Boric, heredero político de las revueltas de octubre de 2019, propone fortalecer el papel del Estado en la economía, una subida de impuestos para financiar el gasto social y el fin del sistema privado de pensiones heredado de la dictadura. Kast es un liberal que encabeza menos Estado y mayor participación del sector privado en la provisión de servicios públicos. Ultraconservador en lo social, es un candidato que no rompió del todo sus lazos ideológicos con el régimen de Pinochet, aunque sabe que no le conviene reconocer esto en publico.