El gobierno francés decretó este domingo el estado de catástrofe natural luego de una violenta tormenta que dejó un muerto en el centro-este del país y numerosos daños materiales.
Un poco más al sur, en Romans-sur-Isère, cayó granizo durante unos 15 minutos pero fue un fenómeno de una “violencia sorprendente”, según la alcaldía de esta localidad.
En las calles del lugar corrió un torrente de agua y se vieron piedras de granizo “del tamaño de una pelota de tenis” que causaron daños importantes, señalaron las autoridades.
En otras parte del centro-este de Francia se vieron afectados los campos. “La situación es realmente dramática”, dijo por su lado el ministro de Agricultura, Didier Guillaume.
Las tormentas también dejaron un muerto en Suiza, donde una turista se ahogó el sábado en el lago Lemán de Ginebra, cuando el barco en el que paseaba tuvo problemas por los vientos y naufragó.