El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha convocado una reunión de emergencia para este miércoles en medio de la escalada de violencia que vive Oriente Medio, informó este martes AFP, citando fuentes diplomáticas.
La escalada de tensión entre israelíes y palestinos ha alcanzado su punto álgido tras semanas de creciente hostilidad. Este lunes, al menos 26 palestinos murieron y 65 resultaron heridos en los ataques aéreos de Israel sobre la Franja en respuesta al lanzamiento de proyectiles de Hamás poco después de que expirara un ultimátum anunciado por el movimiento. También se informó de la muerte de al menos 2 israelíes durante los enfrentamientos.
Las sirenas que advierten de la llegada de cohetes sonaron en Tel Aviv y en el centro de Israel la noche de este martes mientras el movimiento Hamás afirma haber lanzado al menos 130 cohetes hacia territorio israelí. Poco antes, el portavoz del ala militar de Hamás, Abu Ubaida, emitió una advertencia a Israel en la que afirmaban que podrían bombardear Tel Aviv si no cesaban los ataques contra la Franja.
El conflicto
El Ejército israelí y las milicias palestinas en la Franja de Gaza se enfrascaron en un intercambio de ataques desde las últimas horas del 10 de mayo, la mayor escalada del conflicto desde 2014. Las tensiones iniciaron con las restricciones de las autoridades israelíes en pleno Ramadán, se elevaron en las protestas contra los desalojos de familias palestinas y se han extendido incluso entre la población árabe-israelí.
El interminable cara a cara entre israelíes y palestinos atraviesa un nuevo capítulo de un conflicto que se renueva, se expande y se transforma. La peor escalada de tensiones desde 2014 se materializó en el intenso intercambio de ataques entre las fuerzas israelíes y las milicias palestinas, lideradas por el grupo armado Hamás.
Este nuevo estallido combina las diferencias históricas con sus propias particularidades, como el hecho de que su origen haya sido en Jerusalén, de la mano de las protestas de manifestantes palestinos contra las restricciones de las autoridades israelíes en pleno Ramadán y la amenaza de desalojos de familias palestinas en el este ocupado de la Ciudad Santa.