Bruselas teme que la vacuna rusa Sputnik V se convierta en un competidor demasiado serio para los medicamentos europeos, cree Alexánder Guíntsburg, director del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, la institución que desarrolló el fármaco. Según sus palabras, la Sputnik V podría competir con las vacunas promovidas por la “burocracia europea”.
“La Unión Europea no tiene prisa por llevar a la Sputnik V como un producto comercial completo a su mercado, por temor a sus propiedades de alto consumo, gracias a las cuales puede hacer retroceder ligeramente los productos que la burocracia europea está promocionando en su territorio”, dijo Guíntsburg.
Por el momento, la Sputnik V está a la espera de su aprobación por parte de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que comenzó el procedimiento de revisión continua (‘rolling review’) del fármaco el 4 de marzo. Entre tanto, dos miembros de la UE, Hungría y Eslovaquia, autorizaron el uso de la vacuna rusa sin esperar por la aprobación del regulador europeo.