Ómicron no es la primera y probablemente no será la última variente de Covid-19. Pero será ¿Ómicron más fuerte que Delta?, una pregunta que todos, incluyendo expertos, tienen.
El médico familiar Francisco Niera piensa que no. “Se dieron cuenta que era menos agressiva (…) es lo que esperamos, que las nuevas variantes sean menos agressivas”. Pero en su centro médico se enfocan en tratar a todos sus pacientes con Covid con el mayor cuidado para evitar su propagación en las comunidades aunque esten vacunados.
El doctor Niera dice que muchos de los que se vacunaron ya no están protegidos contra el virus, ya que estudios muestran que después de algunos meses los efectos de la vacuna disminuyen. “La vacuna nos ayuda pero no nos proteje al 100%, eso lo han dicho los mismos que la producen. Entonces ahora mas que preguntar si se puso la vacuna, pregunto cuando se la puso”.
Alfa, Delta, Beta, Gamma… Desde que se inició la pandemia en Wuhan hace dos años el nuevo coronavirus ha ido mutando y cambiando para sortear las barreras que le íbamos poniendo. Los virus siempre mutan, y esto no debería sorprendernos.
La primer alerta en Sudáfrica
La doctora Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica y la primera en alertar de la nueva variante de coronavirus, asegura que hasta ahora los pacientes contagiados han presentado síntomas muy leves.
«Lo que estamos viendo ahora en Sudáfrica, y recuerden que estoy en el epicentro, es extremadamente leve», aseguró en el programa de de Andrew Marr en la BBC en conexión desde Pretoria. «No hemos hospitalizado a nadie aún. He hablado con otros colegas y el panorama es el mismo», añadió.
El primer paciente con la variante Ómicron que atendió la doctora Coetzee el pasado 18 de noviembre era una persona de 30 años que tenía «un poco de dolor de cabeza, no tenía realmente dolor de garganta, lo describió más bien como una picazón, sin tos ni pérdida de gusto u olfato»
Tanto el paciente como sus familiares dieron positivo en Covid, pero todos tenían síntomas «muy, muy leves». Tras ver a más pacientes con estas características que no encajaban con la variante delta, Coetzee avisó al comité asesor de vacunas del Ministerio de Salud.
A la pregunta de si los países que, como Reino Unido, Estados Unidos o Israel, han decidido restringir los viajes de Sudáfrica se habían precipitado presas del pánico, respondió: “En este punto, sí, definitivamente. Quizá en dos semanas estemos diciendo algo diferente”.
Los síntomas
La variante, llamada Omicron, fue detectada y anunciada por el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Sudáfrica (NICD) el 25 de noviembre a partir de muestras tomadas en laboratorios del 14 al 16 de noviembre.
Coetzee dijo que un paciente el 18 de noviembre se reportó en su clínica “muy cansado” durante dos días con dolores corporales y dolores de cabeza.
“Los síntomas en esa etapa están fuertemente asociados con infecciones virales normales. Y como no hemos visto COVID-19 en las últimas ocho a 10 semanas, decidimos hacernos una prueba”, dijo, y agregó que la paciente y su familia resultaron ser positivos, citado por Reuters, el 29 de noviembre.
Ese mismo día, llegaron más pacientes con los mismos síntomas, fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba “algo más pasando”. Desde entonces, atiende de dos a tres pacientes todos los días.
“Hemos visto a muchos pacientes de Delta durante la tercera ola. Y esto no se ajusta al cuadro clínico”, explicó, y agregó que notificó al NICD el mismo día de sus resultados clínicos.
“La mayoría de ellos están viendo síntomas muy, muy leves y hasta ahora nadie ha admitido pacientes para cirugía. Hemos podido tratar a estos pacientes de manera conservadora en casa”, dijo.
Coetzee, quien también forma parte del Comité Asesor Ministerial sobre Vacunas, dijo que a diferencia de Delta hasta ahora, los pacientes no han reportado ninguna pérdida de olfato o gusto y ninguna caída importante en los niveles de oxígeno con la nueva variante.
En su experiencia hasta ahora, la variante afecta a personas de 40 años de edad o menos. Casi la mitad de los pacientes con síntomas de Omicron que trata no están vacunados.
“La queja clínica más dominante es la fatiga severa durante uno o dos días. Con ellos, dolores de cabeza y dolores corporales”, dijo.
Similar a la mutación delta
La médica sudafricana explicó que los contagiados con esta última cepa infectan a un número de personas similar a los de la mutación delta. «Se contagiaron solo los miembros de la familia del paciente cero. Los otros contactos de los casos positivos eran todos negativos», declaró la experta, para quien la contagiosidad y la virulencia de la ómicron demostrada hasta ahora no resulta mayor a la de la variante anterior. No obstante, harán falta aún unas dos semanas para conocer cuáles son las consecuencias de la mutación descubierta en Sudáfrica y poder así sacar conclusiones, pues hasta ahora el número de personas infectadas en el país austral con la nueva cepa del coronavirus resulta relativamente bajo.
Al igual que el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, que exigió levantar «urgentemente» las restricciones de viaje a su país porque no tienen «justificación científica», también Coetzee consideró «exagerado» que muchas naciones occidentales hayan puesto fin a los vuelos con Sudáfrica y otros Estados de la zona.
«Seguramente veremos otros casos con esta variante, pero no son enfermos de verdad. Habría entendido el cierre si hubiéramos asistido a una explosión de efectos graves, pero no es así. Ninguno de ellos ha sido hospitalizado», insistió la médica, destacando que resulta «tranquila» la situación en Gauteng, la provincia donde se localizaron los primeros casos de la variante ómicron. «No hay que dejarse llevar por el pánico».
La evolución del primer caso en Italia de paciente contagiado con la nueva mutación también invita a la tranquilidad. Se trata de un ejecutivo de una empresa energética que viajó recientemente a Mozambique y que, por el momento, presenta solo síntomas leves. Lo mismo ocurre con los cincos miembros de su familia a los que ha contagiado y que, como él, permanecen en aislamiento. El hombre había recibido ya dos dosis de la vacuna contra la covid.
Por su parte, el ministro de Salud británico, Sajid Javid, llamó a la cautela tras avisar que existen motivos para pensar que las vacunas actuales son «menos eficaces» contra la ómicron y defendió las medidas de restricción anunciadas ayer por el primer ministro, Boris Johnson, entre ellas el retorno a la mascarilla.
«Es una aproximación proporcionada y equilibrada», ha explicado a Sky News, si bien reconoció que «todavía no se sabe gran cosa» más allá del hecho de que la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha descrito la ómicron como una «variante de gravedad preocupante».
La OMS: aún no hay indicios de que la ómicron genere más casos graves
Por su parte, la OMS afirmó que no hay indicios todavía de que la nueva variante ómicron del coronavirus provoque más casos graves de covid o con síntomas diferentes a los de cepas anteriores. Aunque la tasa de hospitalizaciones por COVID-19 ha aumentado en los últimos días en Sudáfrica, el país donde se detectó primero la variante, «ello podría ser resultado de un aumento general de los infectados, y no solo de contagios específicos con la variante ómicron», señalaron los expertos en un comunicado.
Por otro lado, muchas de las primeras infecciones por ómicron reportadas son de estudiantes universitarios, «jóvenes que tienden a sufrir formas mas moderadas de la enfermedad», destacaron los miembros del Grupo Asesor de Expertos en la Evolución de Virus de la OMS. El grupo de estudio insistió en que «comprender el nivel de gravedad de la variante ómicron podrá tardar varios días o semanas».
Los expertos añadieron que la variante parece aumentar el riesgo de reinfección (la posibilidad de que una persona que ya ha tenido previamente COVID-19 vuelva a contraer la enfermedad), pero que «todavía no está más claro si es más contagiosa» en otros casos.
Sobre la respuesta de los tratamientos anticovid, los científicos señalaron que los corticoesteroides y los antagonistas de interleucina-6 (IL6) parecen seguir siendo eficaces en pacientes graves, mientras que no hay conclusiones todavía sobre la respuesta de las vacunas existentes a la variante ómicron.
La ómicron, cuyos primeros casos se detectaron hace dos semanas y que preocupa por las más de 30 mutaciones que se han identificado, fue considerada «variante de preocupación» por el grupo de expertos de la OMS este viernes, lo que obliga a un seguimiento especial por parte de laboratorios de todo el mundo.
¿Es más transmisible que Delta?
Sí lo parece, aunque aún no hay suficientes casos para determinar cuánto. Al principio de la pandemia, un infectado podría transmitir la enfermedad a dos-tres personas más. Con Delta, la cifra se duplica hasta 6. No se sabe aún para Ómicron y si podrá compararse con el virus del sarampión, el agente infeccioso más contagioso del planeta.
En julio de este año, el organismo indicó además que las personas vacunadas también pueden transmitir la variante delta, lo cual no se cree que esté ocurriendo con otras variantes del virus SARS-Cov-2.
Datos publicados por el gobierno británico indican que la delta es entre 40 y 60% más transmisible que la variante alfa (detectada en Inglaterra) y casi dos veces más transmisible que la cepa original del SARS-CoV-2 identificada en Wuhan, China.
La deseada inmunidad de grupo, ¿en el aire?
Si fuera tan contagiosa como el sarampión se necesitaría que el 95% de la población estuviera protegida con la vacuna para limitar su capacidad de infección.
La sintomatología
No. El Instituto Nacional para las Enfermedades Infecciosas de Sudáfrica asegura que, por el momento, produce los mismos síntomas que las otras versiones. No se han detectado síntomas inusuales por lo que no se puede distinguir al contagiarse. También hay infectados asintomáticos, como ocurre con el resto de tipos.
La variante Delta
Un análisis detallado de un brote en Guangdong (China) sugiere que las personas infectadas con la variante Delta del SARS-CoV-2 tienen más probabilidades de propagar el virus antes de desarrollar síntomas que las personas infectadas con versiones anteriores. “Es más difícil detenerlo”, señala Benjamin Cowling, epidemiólogo de la Universidad de Hong Kong y coautor de este este estudio publicado el repositorio de ‘prepints’ medRxiv.
Cowling y sus colegas analizaron datos de las prueba de 101 personas en Guangdong que se infectaron con la variante Delta entre mayo y junio de este año, y datos de contactos cercanos de esas personas. Descubrieron que, en promedio, las personas comenzaron a tener síntomas 5,8 días después de la infección con la variante Delta, 1,8 días después de que dieron positivo por primera vez al ARN viral. Eso dejó casi dos días para que las personas liberaran ARN viral antes de que mostraran algún signo de Covid-19.
“El virus está apareciendo más rápido y en mayores cantidades”
Un estudio anterior y un análisis no publicado de Cowling estiman que, antes de que surgiera la variante Delta, las personas infectadas con SARS-CoV-2 tardaban un promedio de 6,3 días en desarrollar síntomas y 5,5 días en dar positivo en la prueba de ARN viral, dejando una ventana más estrecha de 0,8 días para la diseminación viral inconsciente.
En el último trabajo, los investigadores también encontraron que las personas infectadas con la variante Delta tenían concentraciones más altas de partículas virales o carga viral que las personas infectadas con la versión original de SARS-CoV-2. “De alguna manera, el virus está apareciendo más rápido y en mayores cantidades”, dice Cowling.
Como resultado, el 74 por ciento de las infecciones por la variante Delta se produjeron durante la fase presintomática, una proporción mayor que en las variantes anteriores. Esta alta tasa “ayuda a explicar cómo esta variante ha podido superar tanto al virus de tipo salvaje como a otras variantes para convertirse en la cepa dominante en todo el mundo”, dice Barnaby Young, médico especialista en enfermedades infecciosas del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas de Singapur.
“La variante Delta se mueve un poco más rápido, pero es mucho más transmisible”
Los investigadores también calcularon el ‘número de reproducción básico’ de la variante Delta, que es el número promedio de personas a las que cada persona infectada transmitirá el virus en una población susceptible. Estimaron que esta mutación tiene un R 0 de 6,4, que es mucho más alto que el R 0 de 2-4 estimado para la versión original de SARS-CoV-2, dice Marm Kilpatrick, investigadora de enfermedades infecciosas de la Universidad de California, Santa Cruz. “Delta se mueve un poco más rápido, pero es mucho más transmisible”, añade.
Las personas vacunadas también tenían un 65 por ciento menos de probabilidades que las personas no vacunadas de infectar a otra persona, aunque la estimación se basó en un tamaño de muestra muy pequeño. Esta reducción “es significativa y tranquilizadora porque las vacunas Covid-19 siguen siendo efectivas y una parte vital de nuestra respuesta a la pandemia”, dice Young.
¿Habrá variantes más peligrosas?
La biología es fruto del azar y es muy posible que siga mutando. Existe una creciente presión evolutiva que favorece la aparición de mutantes de escape. Es decir, variaciones del virus lo suficientemente astutas como para burlar las defensas inmunitarias creadas. Tener muchas personas parcialmente vacunadas, puede ejercer una presión selectiva sobre el virus, eliminando de la competencia las variantes contra las que las vacunas funcionan mejor. Eso explicaría por qué Ómicron ha surgido en Sudáfrica, un país donde solo está vacunado el 25 por ciento de la población. Cuánto más circule el virus más riesgo hay, recuerda Bautista.
Pese a que la OMS ha desaconsejado la adopción de restricciones de viaje, varios países, entre ellos Reino Unido, Estados Unidos y estados de la Unión Europea han cerrado sus puertas a los viajeros procedentes de Sudáfrica, Botsuana, Suazilandia, Lesoto, Mozambique, Namibia y Zimbabue por temor a la expansión de la nueva variante del virus causante de la covid.
Otros han ido más lejos: Marruecos ha suspendido por dos semanas la llegada de vuelos internacionales e Israel ha prohibido la entrada de extranjeros en su territorio.