A 134 años de ese estallido social, la pandemia de coronavirus sacudió el mundo del trabajo. Por un lado, forzó el uso masivo del home office y, por otro, dejó a millones de personas sin sus puestos laborales en todo el mundo.
¿Pero qué se recuerda el 1 de mayo? Los reclamos de los trabajadores para establecer una jornada laboral de 8 horas se pusieron de manifiesto en huelgas y movilizaciones callejeras que se extendieron hasta el 4 de mayo cuando se produjo la llamada Revuelta de Haymarket.
Esa movilización dejó como saldo varios muertos, tanto de la policía como de los manifestantes, y la detención de decenas trabajadores, entre los cuales cinco fueron ejecutados. De ahí que la fecha sea un homenaje a Los mártires de Chicago.
Los reclamos apuntaban a las pésimas condiciones laborales que trajo la Revolución Industrial en Gran Bretaña durante el siglo XVIII. De hecho, en 1884, en el cuarto congreso de la Federación de Trabajadores de Estados Unidos y Canadá se convocó a los obreros a reclamar por una jornada de ocho horas.
El lema, que se repitió también en otros países, era: “Ocho horas para el trabajo, ocho para el sueño y ocho para la casa”. Por ese entonces, era habitual que los empleados tuvieran que cumplir con jornadas de 12, 16 y hasta 18 horas diarias.
Si bien en 1886, el presidente de Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó la ley Ingersoll que estableció la jornada de ocho horas de trabajo diario, hubo varios estados y empleadores que la incumplieron.
La masacre de Haymarket
Fue entonces, que diversas organizaciones laborales y sindicales de Chicago – en su mayoría compuestas por anarquistas, comunistas y socialistas- iniciaron una huelga el 1º de mayo de 1886 en la que participaron más de 80.000 trabajadores.
Luego, el conflicto se fue extendiendo a otras ciudades de Estados Unidos y más de 400.000 obreros en 5000 huelgas simultáneas entraron en paro. En los días posteriores hubo enfrentamientos entre los trabajadores y la policía que culminaron con seis personas muertas por la represión policial el 3 de mayo en las puertas de la fábrica McCormick. El punto de inflexión llegó el 4 de mayo, día conocido como la masacre de Haymarket .
En aquella jornada, una persona cuya identidad se desconoce, hizo explotar una bomba que mató e hirió a 67 policías, siete de los cuales murieron. Las fuerzas de seguridad entonces respondieron con disparos de armas de fuego hacia los trabajadores, con el saldo de varios de ellos muertos y otros tantos heridos.
El gobierno declaró el estado de sitio y el toque de queda; con esa medida los paros cesaron y en los días siguientes las autoridades detuvieron a numerosos huelguistas.
Los Mártires de Chicago
El 21 de junio de 1886, comenzó el juicio a 31 obreros acusados de haber sido los responsables del conflicto, de los que luego quedaron ocho. Todos condenados: dos a cadena perpetua, uno a 15 años de trabajos forzados y cinco a la muerte en la horca. Ellos se conocieron como Los Mártires de Chicago.
En 1887, el nuevo gobernador de Illinois, criticó el juicio y perdonó a los sindicalistas que se encontraban en prisión. En 1889, el congreso de París de la Segunda Internacional acordó celebrar el Día Internacional del Trabajador el 1° de mayo, para conmemorar a los “Mártires…”.
Paradójicamente, en Canadá y Estados Unidos, el Día del Trabajador no se conmemora el 1ro de mayo. Si bien ambos país fueron determinantes en el reclamo que derivó en la popular fecha, allí tienen el Labor Day, que se celebra el primer lunes de septiembre.
El trabajo en 2020
A 134 años de la masacre de Haymarket, la pandemia de coronavirus que se originó en Wuhan, China, y se propagó por todo el planeta provocó cambios significativos en los modos de trabajo.
En los países afectados por el brote de Covid-19, muchas profesiones se adaptaron al aislamiento hogareño y se masificó trabajo remoto gracias a la conectividad que permite Internet y las computadoras personales.
Sin embargo, millones de personas en todo el planeta se quedaron sin trabajo debido al cierre de comercios y fábricas que no figuran entre las excepciones de los gobiernos.
Ante esta situación, en la Argentina se lanzó el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción . La iniciativa contempla la postergación o reducción de hasta el 95 por ciento del pago de las contribuciones patronales al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y el pago de un salario complementario para los trabajadores en relación de dependencia.
También prevé créditos a tasa cero para monotributistas y autónomos y el acceso a una prestación económica para el caso de estar desocupado, explicó Trabajo.