El Presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este viernes que no tiene “prisa” en dar una respuesta militar a Irán, al explicar que canceló a último momento ataques previstos para la noche del jueves que hubieran dejado múltiples víctimas y que a su juicio eran desproporcionados.
En una serie de tuits, Trump dijo haber cancelado los ataques, planeados contra tres locaciones, “10 minutos” antes de la hora para la que estaban previstos luego de ser informado de que los mismos dejarían unos “150 muertos”, y tras juzgar que constituirían una respuesta “no proporcionada” al derribo por parte de Teherán de un dron estadounidense.
….Death to America. I terminated deal, which was not even ratified by Congress, and imposed strong sanctions. They are a much weakened nation today than at the beginning of my Presidency, when they were causing major problems throughout the Middle East. Now they are Bust!….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 21, 2019
La información de la cancelación del ataque había sido revelada con anterioridad por el diario The New York Time, que citó a altos mandos militares estadounidenses. “La operación estaba en curso cuando fue anulada. Los aviones estaban ya volando, los barcos en posición, pero ningún misil había sido disparado cuando llegó la orden de dar marcha atrás”, dijo un responsable del periódico.
A su vez, Irán advirtió el viernes que defenderá su territorio de cualquier ataque de Estados Unidos.
Irán había derribado el jueves un dron estadounidense que se encontraba, según Teherán, en su espacio aéreo. Esta información fue desmentida por Estados Unidos.
Washington y Teherán se libraron a una guerra de declaraciones sobre la localización exacta del dron de la Marina estadounidense en el momento del ataque.
El ministerio de Relaciones Exteriores iraní reiteró que tiene pruebas “irrefutables” de que el dron estadounidense Global Hawk abatido el jueves penetró en su espacio aéreo.
La televisión estatal iraní difundió el mismo viernes imágenes de lo que presentó como restos del dron de la Marina estadounidense derribado.
La cadena IRIB 1 emitió una corta secuencia con un periodista que entrevistaba a un general de los Guardianes de la Revolución frente a lo que este último presentó como restos “recuperados en la superficie” en aguas territoriales iraníes.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Abas Araghchi, “protestó enérgicamente” por este incidente al embajador de Suiza en Teherán, que representa los intereses estadounidenses por la ausencia de relaciones diplomáticas entre Teherán y Washington desde 1980.
El diplomático iraní reiteró que su país “no busca la guerra” y advirtió “a las fuerzas estadounidenses contra cualquier medida poco meditada en la región”, añadiendo que Irán “defenderá decididamente su territorio contra cualquier agresión”, según un comunicado de su ministerio.
VUELOS COMERCIALES PROHIBIDOS
Trump calificó inicialmente de “enorme error” el derribo iraní del dron. “Nuestro país no aceptará eso, puedo asegurarlo”, afirmó, desafiante, antes de intentar enfriar la situación sugiriendo que todo pudo deberse a un error humano, causado por alguien “estúpido”. “Me resulta difícil creer que fue intencional”, dijo desde la Casa Blanca.
Por medida de precaución, Washington prohibió a los vuelos comerciales de su país entrar en el espacio aéreo controlado por Teherán en el golfo Pérsico y el golfo de Omán “hasta nuevo aviso”.
Esas restricciones se deben al aumento de “las actividades militares y a las crecientes tensiones políticas en la región, que presenta un riesgo para las operaciones de la aviación civil estadounidense y posibilidades de errores de cálculo o de identificación”, indicó la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.
La compañía aérea holandesa KLM anunció poco después que dejaba de sobrevolar hasta nueva orden el estrecho de Ormuz.
El aumento de los incidentes hacen temer el estallido de un conflicto, a pesar de que Washington y Teherán han afirmado varias veces que no buscaban una guerra.
El Presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió el jueves que el uso de la fuerza de Estados Unidos contra Irán “sería un desastre” para la región.
En cambio, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu exhortó a la comunidad internacional a apoyar a Estados Unidos.
Las relaciones entre Washington y Teherán empeoraron cuando Trump decidió, en mayo de 2018, retirar a su país del acuerdo nuclear internacional firmado con Irán en 2015 y restablecer duras sanciones contra Teherán.